RECUERDOS: Capitulo 10: El chocolate

Antes de que lo nuestro se hiciera realidad era yo el que estaba perdidamente enamorado de Eva. Una mañana se me ocurrió una idea genial, quizás no muy original, pero me pareció un gesto dulce y tierno como los que ya no abundan: mandarle una carta a Eva con un chocolate de regalo. Me desperté esa mañana muy temprano y muy inspirado. Le escribí una hermosa carta de unas 3 hojas la cual pegué junto al chocolate Milka aireado que a ella le fascinaba. Con toda la emoción del mundo fui a la casa y dejé el chocolate con su carta en la puerta, toqué el timbre y me fui a esconder detrás de un arbol que había enfrente. Para desgracia mía abrió la puerta el hermano de Eva quien, con total impunidad, se comió el chocolate, hizo un bollo con mi carta y la arrojó a la calle. Volví a mi casa acongojado luego de ver como el destino otra vez se burlaba de mi.