miércoles, 19 de diciembre de 2007

Ya no habrá mañana

Él tenía 95 años y la salud muy deteriorada. Ella 91 y, exceptuando la presión, tenía prácticamente los mismos problemas de salud que él. Tras una fuerte discusión él muy enojado le dijo "Ya es hora de que nos separemos". Ella, incrédula, le respondió "¿Para qué? Si en 2 o 3 semanas nos vamos a volver a juntar como siempre". "Sí", respondió él "pero lo único que espero es que sea en tu velatorio, no en el mío".

No hay comentarios: