miércoles, 6 de febrero de 2008

Sección Retro: Antidepresivos, vodka y cigarrillos

Fecha: Domingo 30 de Julio de 2006
Comentario: Es larga, es densa, está mal escrita, pero tiene alguna que otra parte buena

Había arboles, muchos arboles, de todos tipos y tamaños... Los arboles purificaban el aire del lugar y lo adornaban misteriosamente... todos juntos uno al lado del otro apenas dejaban ver la inmensidad del cielo. En medio de esos arboles había una joven llamada Leticia, quien, sentada sobre un roca, escribía sin parar palabras desesperadas. Alzó su mirada hacia el cielo y gritó "¿es que no pueden entender lo que siento?" y salió corriendo. Corrió y corrió hasta que en un momento había pasado a todos los arboles y se topó con un lago. Se acercó lentamente, observandolo con cuidado, cuando llegó a la orilla se vió reflajada en él: "soy horrible" exclamó...
y una voz dijo "no lo creo". Se dió vuelta asustada, y comenzó a mirar desesperadamente para todos lados, pero no había nada, solo arboles, todo estaba lleno de arboles. Se sentó junto al lago y comenzó a llorar, tenía en su mano el papel que había escrito. Minutos después el cielo empezó a llenarse de nubarrones negros y se desató un temporal... los arboles tambaleaban , ella se abrazó a uno, se abrazó muy fuertemente, el viento era tan salvaje que tranquilamente podía arrasar con el arbol y con ella juntos. Los arboles se movían de un lado para el otro, pero bien aferrados a sus raices ninguno se caía. Luego la tormenta cesó, y tras la tormenta vino una inmensa tranquilidad, la joven se acercó al lago nuevamente y mirando a su reflejo dijo en voz alta:"Aferrarse a la vida, bah, que estupidez, quisiera morir ahora mismo..." "¿Y que esperás?" respondió una voz. Ella se asustó, miró bien el reflejo, realizó algunos movimientos para ver si pasaba algo extraño con su reflejo, pero nada... el reflejo hacía lo mismo que ella. Entonces dijo:"Cambiar el mundo"
"¿Cambiar el mundo? ¿que tipo de ironía es esa?" volvió a responderle la voz. Ella enmudeció, acercó su cara al lago hasta quedar a unos 5 cm de él, pero nada extraño sucedía... Entonces siguió: "Yo creo que se puede". Y nuevamente se oyó una voz que dijo "No podes cambiar una persona y vas a cambiar el mundo...". Se hizo un largo silencio, ella se dió vuelta de repente y vió detrás suyo un señor sentado al pie del arbol fumando pacientemente. Del susto cayó al lago, se puso de pie y le dijo al señor que estaba ahí sentado, "¿Y usted quien es?". El señor, se sacó el cigarrillo de la boca, la miró fijamente a los ojos y le respondió: "Mirame... y mirame bien... ¿vos te pensás que yo no se cuando un día es hermoso? ¿que no soy capaz de ver la poesía del mundo? ¿vos te pensás que yo no puedo amar? ¿que no puedo sentir pasión? ¿que no se disfrutar? ¿vos te creés que yo no se vivir la vida? porque sé como es la vida, porque sé como es el mundo te digo que no se puede cambiar". Ella replicó: "Si que se puede... si cada uno, si cada ser de este mundo sintiera un poco eso o aquello llamado empatía quizás...". El señor estalló en una carcajada y dijo: "quizás si tu ingenuidad no fuera tan estúpida de volverte ciega no hablarías asi... doy cátedra de que el mundo es una mierda los sábados, puedo enseñarte algunas cosas" y lanzó su colilla de cigarrillo. Leticia contestó molesta: "y si tu soberbia y tu envilecimiento con el mundo y con la vida, si tu pesimismo no te nublara la vista haciendote ver todo oscuro y vieras mas claro, te darías cuenta de que se puede, se puede cambiar el mundo... se puede lograr la paz, la unificación y la solidaridad del planeta...". "Hablás como evangelista, me das nauseas... a ver... suponete que todos se vuelven buenos, solidarios, todos de la mano dando la vuelta al mundo, cantando una canción con todos los idiomas, un lugar donde no exista el dinero sino el trueque, donde no exista el odio sino el amor,donde no exista el mal sino el bien... ¿te das cuenta?" preguntó el señor. "¿De que?" dijo Leticia. "De que sería algo asi como el paraíso...". "Y?". "Y se supone que ya estás muerta boluda...". "¿Y por que no se puede construir un paraiso en vida?". "¿Que sos Lennon?" rió el señor "muy simple, porque no podés mentir cuando jugas al truco, no podes venderle cosas que no sirven para nada a la gente, no podes burlarte de la gente inferior, no podés querer ganar porque podés hacer sentir mal al otro, tenés que empatar siempre, y si empatás con un ser inferior te sentís mal vos, porque si sos chico no podés robarle plata a tu mamá para comprarte figuritas, porque no podés robarle figuritas a tus compañeros!!! porque no podés tomar alcohol, no podes coger, no podes hacer un gol con la mano, no podes dejar un moco pegado en la manija de una puerta e irte pensando en quien abrirá esa puerta, no podes tocar el timbre y salir corriendo, no podes robar la plata que la gente deja debajo de las sodas, no harían falta los arbitros, ni los jueces ni los abogados, tampoco los bancos, el dinero, el trabajo, no existiría el oro, ¿y de que haría su hogar el papa? es como que un mundo como el que vos planteas me hace ver que en realidad el mundo que tenemos tiene algo de sentido... un paraíso no tendría sentido, este mundo si!!! me parece que mas que un paraíso un mundo con esas caracteristicas sería un caos total, una anarquia absoluta, te imaginás un mundo lleno de mahatmas gandhis, ¿que mujer podria enamorarse?". "Yo creo que este mundo asi no tiene sentido". "¿Ahora sos vos la pesimista? " dijo el señor. "¿Y quien dijo lo contrario? , ademas ¿que es ser pesimista? un pesimista es el que piensa que el mundo es una mierda o el que piensa que esa mierda no se puede cambiar?". "¿Y un optimista es aquel que piensa que el mundo es hermoso o que se puede cambiar? porque si optimista es aquel que piensa que el mundo puede cambiar evidentemente es porque en el fondo piensa que el mundo en realidad es una mierda y hay que cambiarlo" retrucó el señor. "Y si un pesimista es aquel que piensa que el mundo no puede cambiar evidentemente no está dispuesto a hacer nada para cambiarlo, su única intención es salpicar con mas mierda al mundo, su única intención es empeorarlo" escupió Leticia con toda su bronca. "Y el optimista en todo caso cree que puede cambiar algo cuando en realidad no cambia nada porque nadie puede cambiar el mundo, en definitiva, seas pesimista u optimista no vas a cambiar nada, estamos diciendo lo mismo". "¿En definitiva sabes que pienso?" reflexionó Leticia. "Que". "Que lo que buscamos no es cambiar el mundo propiamente dicho sino cambiar nuestro mundo, eso si es posible... creo que en esta idea de cambiar el mundo entero es una manera global de decir que lo que en realidad queremos cambiar es nuestro mundo, tanto interior como exterior...". El señor se quedó pensando, luego dijo "Entonces me estás diciendo que yo pienso que mi mundo es una mierda y que no hago nada para cambiarlo?". "Exacto" sonrió Leticia. "Y que tu mundo es hermoso... o que se puede cambiar". "Exacto... eso es mas posible, cambiar el mundo de uno si es posible". "¿De que manera?" quiso saber el señor. "Ah!tanto no se". "Y que se te ocurre" insistió el señor. "No se, empezando por cambiar nosotros mismos, las cosas que no nos gustan de nosotros y rodeandonos de gente que comparta nuestras ideas...". "Formar una organización claro!!! sin embargo, me sigue pareciendo, idealista, utópico... en definitiva me sigue pareciendo una cagada, un sermón de pastor evangélico". "¿Que tenés contra los evangelistas?". "Nada, detesto sus canciones, es todo...". "Y no las escuches...". "Imposible no hacerlo, vivo al lado de uno de esos lugares en los que se reunen a cantar". "Mudate!" ordenó Leticia. "Dame la plata, ¿que te pensás que soy? si tuviera trabajo no estaría fumandome un cigarrillo acá tirado a las 2 de la tarde, estaría haciendo algo mas productivo que ésto. Además que se muden ellos!!! si no soy yo el que canta esas canciones". De repente se hizo un silencio, Leticia se quedó pensando, no en los evangelistas, sino que trataba de hace una pequeña reflexión de su vida, y dijo"¿Sabe? hace un tiempo creía fervientemente que mi mundo se venía abajo, que se caía a pedazos y que yo no podía hacer otra cosa que ver como se derrumbaba frente a mi vista, no podía hacer otra cosa mas que juntar los pedazos que se iban cayendo e, intentando armar el rompecabezas, mas me daba cuenta de que eso iba a ser imposible, pensaba que mi vida era un rompezabezas con todas las piezas desparramadas....". "Y hoy que pensas...". "Que mi vida no se derrumba, que mi vida no se desmorona, que mi vida no se cae a pedazos...". "Me gusta lo que decís" respondió el señor y preguntó "¿y por que pensás que tu vida no se derrumba ni se cae a pedazos?". "Porque no tengo ni siquiera vida! soy una pobre infeliz" contestó Leticia y se echó a llorar. El señor quedó perplejo, no esperaba tamaño pesimismo en ella, si hasta hace un rato parecía optimista. Al ver al señor callado Leticia le dijo:"¿Y? ¿no tiene alguna palabra de aliento?". "Es que no se que decir, me dejás sin palabras... por un lado pienso que sos demasiado extremista con las cosas que te pasan y que te centrás en un punto y no podés ver que la vida te da mas de una posibilidad, mas de un camino". "Y si elijo siempre el camino equivocado? ¿y si estoy realmente destinada a elegir el camino equivocado?" se resignaba Leticia. "Yo creo que cada uno de nosotros elige su destino, uno no está "destinado", uno es consecuencia de sus decisiones, acertadas o no, pensadas o no, yo creo que todo se puede revertir...". "Me deprimis, andate" dijo Leticia. "¿Por que te deprimo?" quiso saber el señor. "Porque me estás diciendo que soy una boluda que no puede ver mas allá de sus narices...". "No, lo que yo quiero decirte es que no tenés que darte por vencida, que mañana mismo podés tomar un camino que te condene a la felicidad". "¿Condene a la felicidad? me suena contradictorio... ¿debería vivir mi felicidad como una condena?". "Es posible..." dijo el señor "así como hay gente que no se banca su infelicidad hay otra que no se banca su felicidad, como dijimos en alguna parte de ésta charla, la felicidad, el mundo perfecto, la vida perfecta pueden parecer no tener sentido, en cambio una vida desdichada te despierta el instinto de supervivencia, uno empieza a luchar por vivir dignamente, uno lucha por sobrevivir, que en definitiva es lo que todos hacemos... sobrevivir, no creo que nadie disfrute de su vida plenamente, basta con mirar alrededor, nunca todas las personas que queremos y sus vidas son perfectas... la vida es miserable y traicionera, y muchas veces nos escupe en medio de la cara o nos hace estrellar contra una pared gigantezca!!!". "Ehhhh... ¿se supone que ahora yo te tengo que dar animo a vos?" respondió Leticia dudosamente. "No hace falta, en realidad no tenes con que...". "¿Ah no?" desafió Leticia "escuche (tose) esa gente que usted dice que no se banca su felicidad y que su vida parece no tener sentido es porque en realidad no lo buscan, están tan cegados en que son felices que se quedan ahí, y cuando te quedás perdiste, porque la vida se te pasa, lo años se te pasan, y llega un momento en que te pones a pensar en todo lo que no hiciste y cuando pensas esto... ehhhh y cuando pensas esto..." Leticia pensó unos segundos y siguió "te das cuenta de que nunca es tarde para hacer lo que no hiciste, nunca es tarde para vivir la vida carajo!". El señor la miró desconfiado y replicó "¿y si tenés 40 años y querías ser jugador de fútbol?". "Podés ser técnico..." dijo Leticia intentando simplificar las cosas. "Claro, cualquiera es técnico...". "Bueno que se yo!!! vos al final sos un pesimista de mierda...". Hubo un silencio, el señor se puso de pie, sacó de su chaqueta (atención con la palabra chaqueta) una caja de cigarrillos importados, golpeó la marquilla contra la palma de su mano y le ofreció a Leticia uno. "No, gracias" dijo ella y siguió "yo solo de los verdes". El señor levantó sus cejas gruesas, sacó un cigarrillo de la marquilla, lo depositó en sus labios, luego ingresó su mano derecha al bolsillo del mismo costado de su chaqueta, sacó un encendedor a bencina (también importado) , y prendió su cigarrillo. Al prenderlo un gesto de placer se dibujó en su rostro, y dijo "hummmmmmmmmm pero que buenos son estos fasos". Leticia estaba a un costado contemplándolo, pasaron unos minutos y el señor seguía fumando con cara de placer, volcando su cara hacia el cielo con cada pitada, hasta que en un momento cansada de la situación dijo:"¿Y además de fumar que hace?". El señor instantaneamente cambió su cara de placer por un gesto molesto y respondió de mala forma "¿me estás tratando de vago? ¿te creés que lo único que hago en mi vida es fumar? estás equivocada nena, he trabajado muy duro muchos años, casi como esclavo... ahora ya estoy viejo y necesito un descanso". "¿Cuantos años trabajó?" quiso saber Leticia. El señor pensó unos segundos antes de dar una respuesta: "y... unos 5 años, terribles, muy terribles". "¿5 años nada mas?" se sorprendió Leticia "yo hace 10 que trabajo y creo que me queda mucho tiempo mas...". "Eso lo decís porque tu trabajo no debe ser tan desgastante como lo fue el mio". "¿De que trabajaba?". "Era poeta". Leticia se empezó a reir "¿poeta?" y siguió riendo "¿que clase de trabajo es ese?". El señor indignadisimo le gritó "¿y vos de que trabajás?". "Yo soy gerenta de un banco" dijo. "¿Gerenta de un banco? ¿a vos te parece que eso es trabajar?" cuestionó el señor. "Si " respondió Leticia. El hombre agachó la cabeza y dijo "tenés razón". "Yo tambien escribo poesía" dijo Leticia. "¿Ese papel que tenés en la mano es una poesía?" quiso saber el señor. "No, no, esto es... nada, esto es una carta". "¿Una carta? me encantan las cartas!!!! ¿la puedo ver?". "No, es privada". "Que sea pública!!!". "Le digo que no, es privada, no pretendo que nadie sepa acerca de mis problemas existenciales, mis fracasos amorosos, mis problemas laborales, mis ideas de muerte, mis oscuras maniobras para sacar mas dinero, etc etc etc". "¿Etc etc ec? ¿hay mas? sos realmente espeluznante!!!!". "¿Por que me dice eso?". "No sabía que eras tan complicada... chau" el señor dió media vuelta y se dispuso a perderse entre los arboles cuando oyó el llamado de Leticia. "Señor!!!!!". El señor dió media vuelta mirando a Leticia quien estaba mirando el cielo "Señor, ¿por que me hacés esto?". El señor, el del cielo no, el otro le dijo "¿Cuantos años tenés nena?". Leticia giró su cara desde el cielo hasta él y respondió "Unos 25, ¿no parece no? de hecho usted me acaba de decir nena". "¿Unos 25?" repitió el señor y sus ojos se llenaron de repente de pasión..."Si, ¿por?". "¿Mas precisamente cuantos?" dijo el señor mientras se acercaba sensualmente caminando en línea hacia ella poniendo un pie delante de otro y agitando sus brazos como una gallina. Leticia empezó a reir "parece Mick Jagger". El señor se puso furioso "¿pero cuantos años pensás que tengo?". "No se" dijo leticia "¿50? ¿60?". El señor respondió en voz baja "para nada, tengo cuarentay..." luego toció. "Mentira!!!" rió Leticia "vos no tenes menos de 50". "Bueno bueno está bien, tengo 58, pero eso no insidirá en nuestro amor". "¿Nuestro amor? ¿perdón? ¿de que estamos hablando? ¿hay alguna parte que yo me haya perdido a causa de la censura? ¿de la edición? creo que me equivoque de conversación...". "No, para nada" respondió el señor acomodandose las cejas "yo soy la experiencia" dijo y abrió los ojos muy grandes. "¿La experiencia?" dijo leticia abriendo los ojos muy grandes. "Exacto!" respondió el señor, y se sentó de nuevo al pie del arbol, volvió a meter su mano en la chaqueta, volvió a hacer el ritual del cigarrillo evocando una vez mas la frase "hummmmmmmmmm pero que buenos son estos fasos" a lo que Leticia respondió "usted me parece que debería hacer una propaganda de cigarrillos". "¿De veras?" respondió el señor e intentó volver al tema "¿en que estabamos? ah si, en la experiencia... te decía que yo soy la experiencia, o sea, yo soy algo asi como la experiencia viviente, soy como una especie de experiencia concreta, visible, palpable, ¿querés tocar?". "No, gracias" dijo Leticia. "Bueno, no importa, decía que yo puedo enseñarte muchas cosas acerca del amor...". "¿Como cuales?" quiso saber Leticia. "Y..." dijo el señor esperando cierta complicidad de la chica. "¿Y?" respondió Leticia desorientada. "Y..." volvió a decir el hombre con un guiño de ojo. "¿Y?" respondió nuevamente Leticia con un guiño de ojo. "¿Ves que no sabes nada?" se indignó el señor. "Nada de que... ¿que querés que me acueste con un baboso viejo degenerado?". "¿Baboso viejo degenerado?" dijo el señor al tiempo que se ponía de pie "lo de viejo degenerado vaya y pase, ¿¿¿¿pero baboso????? como podés llamarme baboso, me indigna!!! tanto tiempo cuidandome los dientes para no usar nunca postizos y no babearme y vos ahora que me decís baboso, yo no lo puedo creer... Estoy desolado... me llamaste baboso, ¿sos conciente de lo que acabas de decirme?". "Bueno ésta conversación me aburrió, me voy, que tenga buena suerte" se cansó Leticia y se dió media vuelta. "No te vayas" dijo el señor tomandola del brazo. "¿Por que?". "Quiero decirte algo...". "¿Que?". "Que no veas como un viejo baboso y degenerado, mirame como un padre, un padre que busca cuidarte, protegerte, mimarte, acariciarte, cobijarte". "Bueno, bueno, suficiente" dijo Leticia "yo me voy". "No te vayas!!! tengo una pregunta importantísima para hacerte" dijo el señor buscando desesperadamente lograr que Leticia se quedara un rato mas con él. "¿Cual?" dijo Leticia y siguió "mejor que sea importante". "Si, lo es... esteeeem" el señor no tenía ninguna pregunta que hacer y al ver que Leticia se posicionaba para irse otra vez lanzó un "¿Que es para vos el amor?". "El amor" dijo Leticia y suspiró ("sabía que con esa la enganchaba" pensó el hombre) "había una vez una persona que prometió amar a otra toda su vida y no pudo cumplir su promesa, ésto le produjo tanta culpa y tanta congoja que terminó arrojandose por el balcón. Hubo otra vez una persona que dijo que nunca mas amaría a nadie mas que a la persona que era su compañía entonces, un día se separaron y ambos reconstruyeron sus vidas de manera muy feliz. Hubo otra vez " dijo Leticia remarcando el otra vez "que una persona imagino al amor como lo mas hermoso del planeta que pudiera pasarle e inició una relación... al principio todo era mágico, estaban ciegos, idiotas, no podían ver nada, solo sentían como si sus corazones estuvieran atados por una cuerda invisible y esa cuerda tironeara todo el tiempo para juntar esos corazones... asi fue pasando el tiempo, y esa cuerda un buen día dejó de empujar para juntarlos, simplemente dejó a los corazones atados para que estos hicieran lo que quisieran... y los corazones en lugar de seguir acercandose fueron alejandose mas y mas, hasta que un día la cuerda se había estirado tanto que un corazón ya no podía ver ni siquiera donde estaba el otro, y asi fue como se fueron olvidando uno del otro, asi fue como se fueron distanciando cada vez mas hasta que ya ninguno de los dos corazones se miraba, y esa indiferencia, la que es lo contrario al amor, terminó por separar a esos corazones... eso si, la cuerda nunca se rompió... y le pregunto a usted, ¿como se sana el alma? como se puede mirar hacia adelante si lo que pasó, o mejor dicho si lo que somos es consecuencia de lo que fuimos? es como si a un soldado que en la guerra perdió las piernas le pidiera no mirar atrás, la consecuencia está a la vista, como olvidar todo lo que el corazón y el alma recolectaron durante tanto tiempo? como olvidar, y además, por que olvidar? el amor es lo mas maravilloso que puede pasar en la vida de alguien, el amor puede hacerte sufrir, llorar, gritar, confundir, brillar, embellecer, alegrar, inspirar, volar, vibrar, apasionar... pero nunca puede hacerte olvidar, porque el amor ese que fue verdadero nunca se olvida... y sentirás que no hay escape en algún momento, y sentirás que las paredes se cierran hasta aplastarte... pero algún día cuando crezcas, cuando seas viejo, cuando seas joven, cuando sientas deseos de saber si viviste, vas a traer ese recuerdo de amor, y la piel se te va a erizar, y el corazón se va a agrandar hasta ocuparte todo el pecho, y una sonrisa imborrable recorrerá tu rostro dando gracias a la vida el haber amado, una, dos o diez veces... pero amando pura y sanamente... eso para mi es el amor". El señor no pudo emitir sonido, se quedó mirandola, se había perdido en la parte de que alguien se arrojo por el balcón y de ahí no escuchó mas nada... pero al ver la cara de Leticia supuso que ella había dicho algo que, para ella, era formidable entonces dijo con gesto serio "si, el amor es maravilloso, realmente... nos puede hacer hasta tirar por un balcón". Leticia lo miro extrañada de que dijera solo eso, pero no quiso decir mas nada y se dispuso, nuevamente, a marcharse..."Quedate" le pidió el señor"¿Para que?" dijo Leticia. "No se, juguemos a las cartas, hagamos algo...". "¿Algo como que?" quiso saber Leticia. Al hombre le brillaron los ojos. "No, no" dijo Leticia "tengo que irme, además no se ni siquiera tu nombre". "Me llamo Eustaquio" dijo el señor. Leticia se echó a reir. El hombre agachó la cabeza. "En serio..." insistió Leticia. "En serio" dijo Eustaquio "¿por que no me puedo llamar asi?". Al ver los ojos del hombre al borde del llanto Leticia le creyó y le pidió disculpas. Pero el hombre seguía mal. La culpa de Leticia la hizo jugar una partida de poker con Eustaquio en la que Leticia perdió. Ya iba cayendo la noche, se había levantado un viento peligroso, parecía que se venía otra tormenta como la de la tarde, entonces el hombre invitó a Leticia a su casa. Leticia dudó mucho hasta que viendo que la tormenta era casi un hecho aceptó... Fueron entre los arboles camino a la casa de Eustaquio, cuando ya casi llegaban se cruzó un enano indignado que dijo: "Blancanieves!!!!" Leticia y Eustaquio se miraron desconcertados. El enano siguió "Dale loca, deja de hacerte la boluda que hace años que quiero acostarme con vos y siempre pasa algo, que te comés una manzana, que te quedas dormida, que te viene rescatar alguien, dale, desnudate". "No" dijo Leticia "me parece que vos sos de otro cuento". "Que otro cuento!!! dale que esto no es ningun cuento..." respondió el enano. "Lify Pain" dijo Leticia "¿podés sacarme al enano que está arruinando mi historia?". Ok, ok... sacamos al enano. Retomemos la historia. Leticia le creyó y le pidió disculpas por lo del nombre, jugaron al poker, Leticia perdió, caía la noche, se había levantado un viento peligroso, Eustaquio la invitó su casa, Leticia dudó mucho hasta que viendo que la tormenta era casi un hecho acepto... en realidad tenía ganas de ir, pero quedaba mal poner eso... Bueno fueron entre los arboles camino a la casa de Eustaquio, cuando ya casi llegaban se cruzó un enano que le dijo a Eustaquio "Disculpe don, ¿tiene fuego?". Eustaquio metió la mano en su chaqueta, al tiempo que el enano sacaba un paquete de cigarrillos mentolados importados. Finalmente Eustaquio encendió el cigarrillo del enano y el enano con mucho placer esbozó un "que buenos fasos estos mentolados". Eustaquio le preguntó si le convidaba uno, el enano aceptó y Eustaquio frenó el camino a su casa sentandose al pie de otro arbol para fumar su cigarrillo. Leticia se puso de muy mal humor y le reprochó a Eustaquio que siempre hiciera lo mismo, que ya estaba cansada de su encendedor y sus cigarrillos importados y que prefería volverse a su casa en medio de la tormenta antes que ir a la suya y ver como fumaba sus cigarrillos. Eustaquio respondió:"¿Es que no podes ver que se esconde detrás de estos cigarrillos? ¿no podés darte cuenta por que fumo tanto?". "No, la verdad que no...." respondió Leticia. "Para morirme mas rápido!!!!" gritó furioso y luego estalló en llanto. "Claro" pensó Leticia "morir al pie del arbol... el arbol como simbolo de la vida... la cita de "fumo debajo del arbol pensando respuestas pero mi cigarrillo se consume sin darle pitada igual que mi vida sin darle sentido"... la idea del eterno retorno de lo igual... la gallina que gira y gira alrededor de un arbol y vuelve una y otra vez al mismo lugar... la vida vista como circulo y no como espiral... la vida vista como algo sin sentido donde se repite siempre lo mismo y la unica forma que hay de frenar con eso es morirse, simbolicamente al pie de un arbol... entiendo, siento que ésto no es una casualidad, entiendo que algo está pasando. "De repente Leticia miro al pie del arbol y Eustaquio no estaba mas. Luego una intensa luz la dejó ciega unos segundos "no voy a poder ver televisión" pensó y al abrir los ojos, familiares y amigos estaban alrededor de su cama, felices de que Leticia había despertado tras un estado de coma producto de un intento de suicidio ocurrido un mes atrás. Al despertar miró a su madre y le dijo "Creo que vi a Dios, pero no tenía barba". La madre respondió: "Entonces no era Dios nena, era Victor Sueiro". Todos se abrazaron emocionados y Leticia murió de un paro cardiaco segundos después, no mentira, todos se abrazaron y Leticia entendió que había luz, que vivía por algo... y una vez que uno ve la luz ya no se puede volver atrás...
Fin

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