martes, 16 de septiembre de 2014

Insoportable, la levedad del ser

Alicia: ¿Cuanto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces, sólo un segundo…
Alicia: ¿Y cuanto tiempo es un segundo?
Conejo blanco: Cuando amas, una eternidad…
Alicia en el país de las maravillas

Corría la fría noche de invierno del 30 de junio del
año 2000, cuando Tomás conoció a Florencia. Esa misma
noche tras los susurros y las caricias que ambos se
dieron en los reservados de un bar, Florencia, lo
invitó a su casa. Tomás aceptó.

Florencia no era un chica fácil, ni Tomás era lo que se
denomina un aventurero con las mujeres, pero entre
ellos pasó algo esencial... hubo idilio, química,
conexión. Hubo magia. Ambos estaban atrapados, uno
dentro del otro, parecía que por cada minuto que
hablaban, que por cada minuto que se miraban pasaban
unos 10 años de conocerse. Todo transcurría a gran
velocidad. 

Y cuando las cosas van demasiado rápido y no podemos
detenernos, muchas de esas cosas nos siguen de largo, pasan
sin ser vistas y, finalmente, terminamos dejando de
lado cosas esenciales. La velocidad nos vuelve ciegos,
y la ceguera nos vuelve idealistas.

Al entrar a la casa de Florencia, Tomás se preguntó como
no se sentía sola dentro de una casa tan grande... Le
daba una sensación de vacío, una sensación de vacío
como la que él sentía en ese momento. La casa le
causaba tristeza, una profunda tristeza.

¿Tristeza de que? La casa estaba pintada con colores
vivos y diversos, tenía un modular a la derecha de la
entrada lleno de adornos. De las paredes colgaban unos
5 o 6 cuadros con paisajes coloridos y alegres. Al
fondo, a la izquierda, había una mesada con artesanías
de ella y restos de sahumerios de todos colores y
aromas. Pero algo olía raro.

Los olores le traían recuerdos a Tomás. Sus recuerdos
estaban llenos de melancolía.

Dije que de las paredes colgaban unos 5 o 6 cuadros
con paisajes alegres y coloridos. ¿Pero como es un
paisaje alegre? ¿Que significa un paisaje alegre?
Además, ¿los colores son sinónimo de alegría? ¡¡¡Cuantas
veces vio Tomás llorar a los payasos!!! ¡¡¡cuantas
veces!!! Su padre era payaso, un gran payaso, y fue el
hombre mas melancólico que conoció en su vida...
Pintarse, ¿acaso no son el maquillaje y los colores
vivos los que sirven para disimular la tristeza? Porque 
en lugar de hablar de colores alegres no hablamos
de colores farsantes, de colores cínicos y engañosos.
Tomás tenía esa sensación. Sentía que esos mismos
colores que a cualquiera le parecerían vivos y
alegres, en realidad, no eran mas que un disimulo de
la profunda tristeza que esa persona sentía. Tomás
"suponía" que Florencia era un ser triste, y eso le
atraía.

Frente a la puerta de entrada había un gran ventanal
que daba a una iglesia que se encontraba de la vereda
de enfrente. 

Lo primero que hizo al entrar a la casa de Florencia fue
ir hasta el ventanal. Los ventanales siempre le
causaron angustia a Tomás, en especial en la noche. En
definitiva la noche era la causante de todos sus
males, de toda su melancolía y su tristeza. Pero Tomás
amaba la noche, era el único momento en el que se
sentía vivo.
Tomás amaba su melancolía, eso lo hacia sentir vivo.

Al entrar a la casa... Florencia, quien todo el tiempo
estaba sonriendo, le dijo "¿Y que tal? ¿te gusta mi
casa?". Tomás sonrió, la casa no era fea, por el
contrario, la casa era amplia, luminosa, bonita...
pero llena de tristeza. Tomás quería evitar echar
afuera el brote de melancolía que ya tenía, entonces
sonrió y dijo "Si, es muy bonita, muy amplia".

Florencia le mostró toda su casa, y luego se fueron a
sentar en una mesa de la cocina. Tomás estaba
incómodo, se sentía ahogado, se sentía mal, y no
paraba de hacer chistes. Florencia reía de cada una de
las ocurrencias de Tomás. Florencia se sentía
profundamente sola.

Luego de charlar cerca de 2 horas de corrido, de
reírse hasta que les dolía la panza, hubo un silencio.
Esos silencios asfixian, porque esos silencios traen
frente a nuestra cara sonriente todas esas cosas de
las que queremos escapar, pero en especial hablo de la
melancolía. Ese silencio traía melancolía. A Tomás le
bastó un segundo de ese silencio para derrumbarse,
Florencia seguía de pie. "¿Vamos al ventanal?" propuso. 
Hacía frío, mucho frío... y el frío también traía
melancolía. Cuanto mas viento, mas melancolía, porque
el viento le traía a Tomás olores, y los olores
reviven recuerdos, reviven estados... ese viento que
entraba por la ventana traía un olor especial, y ese
olor traía un recuerdo, y el recuerdo tristeza...

¿Que recuerdo aparecía por la cabeza de Tomás? ¿Puede
alguien, estando con la persona que le gusta a solas y
en su casa estar pensando en otra cosa? Puede, Tomás
lo hacía, pensaba que toda su sensación de tristeza se
iba repitiendo de forma idéntica. Es decir, Tomás
sentía que la tristeza era la misma de siempre, pero
lo que variaba era el pseudo motivo. En este caso el
pseudo motivo era la casa, o Florencia. Tomás estaba
confundido, pero sabía que él había buscado sentirse
así.

Tomás buscaba sentirse triste, sentirse melancólico.
Esos eran sus momentos de mas alta comicidad.

Estaban dadas las condiciones para que toda la magia y
la conexión de estos dos seres pudiera profundizarse.
Había un hombre y una mujer solos. Había colores vivos
que ella usaba para disimular su tristeza, había un
ventanal que apuntaba hacia una iglesia (las
estructuras antiguas remiten a Tomás al pasado, y el
pasado es para él lo equivalente a la desesperación...
El pasado es para Tomás un fantasma que le da miedo, y
aparece el miedo en la vida de Tomás, una vez mas),
pero hacia abajo había vacío. Porque Florencia vivía en
el quinto piso. Entonces, afuera había vacío, y
adentro también. 

Recordemos que la inmensidad de la casa daba una
sensación de vacío, uno al entrar se sentía diminuto,
sentía que no era nada ahí dentro. El vacío llenaba
todo.

¿Que somos en la inmensidad del mundo?

"¿Que te pasa?" le preguntó Florencia a Tomás mientras
éste miraba hacia afuera por el ventanal. Él la miró y
esbozo una tibia sonrisa para calmarla. Ella también
sonrió tibiamente. "No me queres contar, ¿no?" insistió
Florencia. Tomás asintió con la cabeza. Se besaron.

"¿Sabes que me pasa?" dijo Florencia
"Si" respondió Tomás. Florencia se echó a reír.
"A ver... ¿que me pasa?" indagó Florencia. Tomás se
encojió de hombros y le pidió que pusiera música.
"¿Algo en especial?" dijo Florencia yendo hacia la computadora.
"Si", contestó él, "algo deprimente". Y Florencia obedeció. 
Tomás no entendía.

¿Que era lo tan difícil de entender? justamente, lo
difícil de explicar. Tomás no entendía como ella supo
que era ese "algo deprimente" que él pedía. ¿O a todos
nos conmueve y nos entristece lo mismo? Esos eran los
temas que él quería escuchar, esos y no otros. Tomás
no entendía como ella no había hecho ningún comentario
acerca de la melancolía.

Florencia también era melancólica, pero ella tenía
esperanza.

Tomás tuvo una idea. Acercó la mesa del comedor a la
ventana y se sentaron los 2 abrazados mirando hacia la
iglesia. Ella le dijo que quería casarse.
"Casémonos" le dijo él mirándola fijamente a los ojos.
Lo decía en serio.
"¿Cuando?" preguntó ella incrédula.
"Ya" dijo él. 
"Pero esta cerrada, es tarde" dijo Florencia.
Tomás se levanto de la mesa, se apoyó sobre las
piernas de Florencia y mirándola fijamente le dijo
"Mañana es tarde". 
Florencia sonrió y acariciándole el pelo le preguntó
"¿Que pensas del amor?". Tomás hundió su cabeza entre
las piernas de Florencia, luego la miró y dijo "El amor"
y suspiró.

Tomás tenia una respuesta, pero no quería dársela. Él
pensaba que Florencia era de esas mujeres que creían en
el amor para siempre. Pensaba que Florencia tenía
intenciones de formar una familia, de tener hijos, de
ser feliz. No veía en Florencia una mujer libertina,
sino una mujer hogareña, dulce y sincera. Eso le
molestaba a Tomás, porque él era de los que no creía
en el amor para siempre.

"¿Y?" insistió Florencia ante el largo silencio de Tomás.

Tomás decidió ser sincero "Yo soy capaz de amar con
toda mi alma, de dar todo mi amor, de dar todo lo que
tengo adentro, pero no creo en el amor para
siempre...". Florencia dió un suspiro. Tomás se
arrepintió de ser sincero, no debía haberlo dicho.

Tomás sentía que había desilusionado a Florencia, sentía
que le había fallado. ¿Como le iba a creer ella ahora que
su amor era sincero?

"Yo tampoco creo en el amor para siempre..." dijo
Florencia con su mirada perdida en la nada. Tomás sintió
angustia, sintió el nudo en el estómago otra vez.

¿Por que si Tomás no creía en el amor eterno se
angustiaba de que Florencia le dijera lo mismo? ¿Por que
Tomás pudiendo sentirse aliviado de no haber roto
ninguna esperanza de Florencia en lugar de alivio sentía
angustia? Tomás no soportaba que una mujer no fuera
capaz de amarlo para siempre. Tomás no cree en el amor
eterno, pero ama y quiere ser amado para siempre.

"¿Y cuanto dura el amor?" dijo Tomás
"No se" respondió Florencia "depende de tantas cosas"
Tomás se sentía completamente defraudado, sentía no
solo que Florencia ya no lo amaba sino que era incapaz
de amarlo.

¿Amarlo? Tomás y Florencia no hacía mas de 5 o 6 horas
que se conocían, ¿como se podría AMAR a alguien en 5 o
6 horas? Tomás, antes de que Florencia dijera que no
creía en el amor para siempre, sentía amor por ella.
Tomás sentía que la amaba de verdad, pero ahora no.
Entonces, ¿como es posible que en un minuto se vaya el
amor?

Tomás ya no la amaba, quería irse de la casa, estaba
muy mal y comenzó nuevamente a hacer chistes. Florencia
reía grotescamente.

"¿Sos triste?" preguntó Tomás buscando volver a
enamorarse de Florencia.

Florencia sonrió. "¿Por que me preguntas eso?" quiso
saber.
"Es una pregunta, si no queres no la contestes"
respondió Tomás.
"No te enojes" pidió Florencia
"No me enojo" dijo Tomás y sonrió para corroborar que
no estaba enojado.
Florencia miro a la nada como cada vez que reflexionaba
sobre algo, y dijo "Soy melancólica"
"Eso me gusta de vos", dijo Tomás, "se te nota en la
mirada".

Tomás amaba nuevamente a Florencia. Florencia lo hacía
sentir vivo. (Tomás amaba su melancolía, lo hacía
sentir vivo.)

"¿Si?" dijo Florencia, ésta vez seria
"Si, parece que estuvieras en otro mundo... no se,
algo así" dijo Tomás. Florencia puso cara de tristeza.
"Está haciendo frío" dijo Tomás
"Si", respondió Florencia y cerró la ventana, "vamos a
mi pieza que está la estufa prendida, ahí vamos a
estar mas calentitos". Tomás sabía que era eso de la
estufa prendida.

Fueron al cuarto de Florencia y comenzaron a besarse.
Florencia era muy enérgica, Tomás muy tranquilo. Tomás
sentía que Florencia no estaba triste, y la despreciaba.
Sentía que Florencia ya no lo amaba, y estaba triste.

Florencia estaba ida, con su mirada en la nada. Florencia
se sentía vacía. Tomás también. Eran 2 lánguidas
sombras sobre una cama que se aman y se odian al mismo
tiempo. 

Al terminar, Florencia estaba contenta de no estar sola
en la inmensidad de su cama. Estaban abrazados. Tomás
sentía que la melancolía de Florencia estaba de nuevo, y
por eso la amaba. Luego, él prendió un cigarrillo y,
desnudo, comenzó a caminar por el costado de la cama.
El cuarto estaba casi a oscuras, Florencia podía ver la
sombra de Tomás, y también su cara, cada vez que le
daba una pitada a su cigarrillo.

"¿Que te pasa?" preguntó ella.
"¿Como se va a llamar nuestro hijo?" dijo él.
Ella se quedó pensativa.

Florencia no estaba pensando de donde sacó Tomás la idea
de tener un hijo a solo unas 7 u 8 horas de conocerse.
Florencia estaba pensando el nombre del hijo.

"Ya se" dijo Florencia, "se va a llamar Santiago"
"Santiago Artaud" propuso Tomás
"Santiago Artaud" repitió Florencia, "me gusta, ¿y si es
nena?"
"Y si es nena Sofia, Sofía Casandra..."

Tomás y Florencia querían tener un hijo, pero lo querían
tener ahora.

Hubo un silencio largo hasta que Florencia lo interrumpió
con total impunidad.

"¿Y mañana?" preguntó
"¿Mañana?" dijo él
"Si" contestó ella "¿que hacemos mañana?"

Tomás odiaba el mañana. Tomás quería todo, y lo quería
ahora, mañana ya era tarde. El mañana no existía para
Tomás.

"¿Mañana?" repitió él, entre molesto y sorprendido.
"Si, mañana... ¿te llamo?" seguía clavandole puñales
Florencia
"No se..." respondió Tomás prendiéndose otro
cigarrillo
"¿No sabes?" dijo Florencia un poco confundida
"Yo te amo hoy Florencia" dijo Tomás "te amo hoy con
toda mi alma, estoy dispuesto a que nos casemos, a que
tengamos hijos, estoy dispuesto a dar mi vida por vos,
pero mañana no me pidas que te reconozca... El amor
eterno dura un día, un solo día"

Florencia se quedó mirando a la nada otra vez. Le pidió
un cigarrillo a Tomás y comenzó a fumarlo. Florencia
pensaba quien iba a llenar ese espacio. Tomás pensaba
quien iba a darle melancolía por las noches.

"Tenes razón" dijo Florencia, "el amor eterno dura un
solo día".

Tomás estaba hecho pedazos, sentía que Florencia ya no
lo amaba, sentía que fue él como podía haber sido
cualquier otro. Sentía tristeza de que no lo amara y
eso lo hacia sentir vivo.

Florencia se sentía sola, sentía que había sido engañada
una vez mas. Se sentía engañada como con los colores
de las paredes, y eso la hacía sentir menos sola.

Tomás se cambió. Florencia también. "¿Te acompaño hasta
la puerta?" le dijo a él
Tomás asintió con la cabeza. Al llegar a la puerta
ambos se besaron. "Te amo" dijo ella. "Te amo" dijo
él.

Tomás caminó hacia el ascensor. Florencia se quedó en la
puerta asomada mirando como Tomás se alejaba. Antes de
llegar al ascensor Tomás miró hacia atrás y dijo "Te
amo, pero no me pidas que mañana te reconozca".
Florencia asintió con la cabeza mientras un gesto de
tristeza ensombrecía su rostro.

A Florencia no le importaba que Tomás se fuera, a ella
la ponía mal estar sola.
A Tomás no le importaba estar solo ni sin Florencia, a
él lo ponía mal no tener motivos para estar melancólico.

“En realidad usted fue siempre una imagen. La imagen que yo creé a partir de un conjunto de anhelos, de deseos incumplidos, de pequeños fracasos. Así ingresó usted a mis insomnios.” Mario Benedetti

Archivo Lify Douglas Pain: Octubre 2003

domingo, 31 de agosto de 2014

Van Gogh, el suicidado por la sociedad

Era una noche de lluvia en la que Raquel yacía en su cama enferma, cuando pudo ver a través de la ventana de su cuarto, el cual daba a la calle, la figura de un hombre que, con rostro de desconcierto la contemplaba. Ambos se miraron unos segundos hasta que, a Raquel le dio miedo y huyó de la cama espantada.
Luego de unos minutos se asomó por la puerta de la habitación y miró nuevamente hacia la ventana. El hombre seguía en el mismo lugar. Raquel comenzó a ponerse nerviosa y pensó en llamar a la policía. Finalmente desistió de ésta última idea, junto valor y entró a su cuarto dispuesta a enfrentar al misterioso hombre.
Se quedó unos segundos mirándolo, éste seguía parado frente a la ventana, inmóvil como una estatua, hasta que, de repente, golpeó la ventana.
"¿Que hago?" pensó Raquel, y antes de responderse la pregunta un impulso la hizo dirigirse directamente a la ventana y abrirla:
"¿Que pasa?" dijo Raquel.
"Estoy viendo el hermosísimo cuadro que está colgado detrás de su cama, es realmente muy bello, una auténtica obra de arte... Me preguntaba, ¿como podría hacer para tener uno igual?" preguntó el hombre.
"Comprándomelo" dijo Raquel y sonrió.
"¿Me lo vende?" quiso saber el hombre.
"En realidad es de mi esposo, no se cuanto vale ni si estaría dispuesto a venderlo"
"¿Y puedo hablar con su esposo?"
"En éste momento no..."
"¿Y cuando entonces?"
"Cuando regrese, él se encuentra de viaje"
"¿Donde fue?"
"Ese asunto no le incumbe"
"¿Y cuando regresa?"
"No lo sé"
"¿Y como hago para comprar el cuadro?¿Cuando debo venir?"
"Pase la semana que viene, quizás ya haya regresado"
"Eso haré, la veo la semana que viene"
El hombre regresó una semana después. Raquel le dijo que su esposo aún no había vuelto. Y así lo hizo venir semana tras semana con la promesa de que su esposo regresaría. Hasta que un día el hombre, ya cansado de tantas idas y vueltas le recriminó a Raquel hacerlo ir tantas veces en vano. Raquel respondió "Bueno, entonces ya no vuelva, y se le termina el problema"
"Pero quiero el cuadro" dijo el hombre.
"Entonces deberá esperar a que mi marido regrese de su viaje"
Entonces el hombre replicó "¿Le puedo hacer 2 preguntas?"
"Digame" dijo Raquel
"¿Por que cada vez que vengo usted se encuentra en la cama con actitud de enferma? y la segunda es ¿por que su esposo nunca regresa de ese supuesto viaje?"

sábado, 30 de agosto de 2014

Mother Love

De madre a hijo
- No te mentí, disfracé la verdad que no es lo mismo
- ¿Y por qué no me dijiste la verdad?
- Era monstruosa, necesitaba disfrazarla para que no se viera tan cruel
- Fue cruel de todas formas
- Pero me hizo sentir menos culpable


viernes, 29 de agosto de 2014

RECUERDOS: Capitulo 17: Bestia Pop

En el ocio despilfarro mi lúgubre y lánguida creatividad
Flaca está ella, deseosa de tiempos de gloria
Pero en esa cueva de mi cabeza
de la que salían gritos y alaridos desesperados
se ubica la píldora de la somnolencia
que acalla mis gritos y luego mi voz
Esa cueva, que supo ser el antiguo refugio en el cual
yo podía ahogar mis penas ya no está...
O mejor dicho, se encuentra deshabitada, a la espera
La bestia merodea, observándola, midiéndola
y en cuanto la habite, los gritos otra vez se oirán
y me volverá la voz con la cual podré relatar
antiguos recuerdos olvidados enmascarados en el inconsciente
que alguna vez supo fluir como lava de volcán en plena erupción
y que un día durmió y duerme hasta nuestros días
A la espera de un chispazo que la encienda y la haga volar
A la espera de una explosión que destruyéndome por dentro
me aliviana como el vómito al borracho
y aliviana la úlcera sangrante de mi estómago
Que sangra en ésta injusticia, que sangra en ésta cárcel
y retuerce mi estómago hasta que un día diga basta

Lify Douglas Pain - Febrero 2006

lunes, 18 de agosto de 2014

Amar y dejar partir

"Si un escritor se enamora de ti nunca morirás" Anónimo

- Ahí vino!!! ahí vino!!!
- ¿Quien?
- Ella
- ¿Pero quien es ella?
- No puedo creer que no la conozcas. Es muy famosa. Mirala. Allá está. ¿La ves?
- ¿Es esa? ¿Y que tiene de especial?
- No se derrite...
- ¿Como?
- Que no se derrite. Por eso es tan cara.
- ¿Y para que querría alguien un chocolate que no se derrite?
- El buen chocolate es el que no se derrite con el calor.
- ¿Y llena?

Ellos vivían en cajas de chocolate. Ellos eran de chocolate. Y tan solo se juntaban 15 minutos al día, cuando el dueño del local los juntaba antes de cerrar para guardarlos en una habitación con aire y mantenerlos refrigerados.

- Buenas días señorita, yo soy Pedro, y él Santiago.
- Soledad, encantada 

Pedro: ¿La viste? ¿Viste su elegancia?
Santiago: No ví nada... solo conozco su nombre, su horrible nombre, que me hace sentir identificado... 

"La grandeza de un hombre se mide por la cantidad de soledad que es capaz de soportar" Friedrich Nietzsche

Pedro estaba fascinado con Soledad, sentía una profunda admiración por su imponente figura y por su fama. Santiago, en cambio, se mostraba desinteresado, y por momentos hostil con la frivolidad de Pedro. Santiago quería ver lo que no se ve. Pedro admiraba lo que se veía.

Soledad: ¿Por que Santiago nunca me saluda?
Pedro: No saluda a nadie... le gusta estar solo

Fueron pasando los días y Pedro no paraba de hablarle a Santiago de Soledad.

Santiago: ¿Te gusta?
Pedro: No se...
Santiago: ¿Como no sabes? Te la pasas hablando de ella, debería gustarte...
Pedro: Quizás me gusta, pero no la puedo tener
Santiago: ¿Y por que no la vas a poder tener?
Pedro: Porque ella no se fijaría en alguien como nosotros...
Santiago: ¿Nosotros? Vos, yo tampoco me fijaría en alguien como ella
Pedro: ¿Y por que no?
Santiago: Porque detesto las mascaras
Pedro: ¿Las que?
Santiago: Las máscaras, no puedo confiar en una persona que sonríe todo el tiempo.
Pedro: ¿Que tiene?
Santiago: Nada tiene.
Pedro: ¿Vos no estas todo el día serio? ¿Eso hace que tengas una mascara?
Santiago: Si...

A pesar de su reticencia, a Santiago le empezó a llamar la atención Soledad, con frecuencia la observaba largo rato, y se preguntaba como sería en realidad.

Pedro: ¿Por que estás tus 15 minutos siempre solo? ¿Por que no hablas con ella?
Santiago: ¿Y por que tengo que hablar con ella? Habla vos. Yo estoy bien así. Andate...
Pedro: Pero te va a caer bien...
Santiago: ¿Como sabes? ¿Por que lo decís?
Pedro: No se... con probar no perdes nada...

Después de tanto insistir Santiago fue a hablarle.

Soledad: Viniste a hablarme... como todos.
Santiago: Me dijo mi amigo que... en realidad no me dijo nada... tenes razón. No deberia haber venido...
Soledad: Quedate...
Santiago: Pero por ahí vos...
Soledad: ¿En que gastas tus 15 minutos?
Santiago: No se... pienso
Soledad: ¿Solo eso?
Santiago: ¿Te parece poco?
Soledad: ...
Santiago: ¿Vos?
Soledad: Yo también pienso..
Santiago: ¿Y que pensas?

"La realidad de la otra persona no está en lo que te revela sino en lo que no puede revelarte." Khalil Gibran

De ésta forma ambos iniciaron una serie de charlas de 15 minutos al día, ni un minuto mas ni un minuto menos. Las charlas giraban en torno a distintos temas, pero el de fondo era el amor...

"El amor destroza, destripa, te va comiendo el pellejo de a poco hasta dejarte sin nada. Desnudo, indefenso, en carne viva. Y cuando estás así se va. Entonces viene otro, que te reconstruye, te devuelve el pellejo, te devuelve tu vida, hasta dejarte entero. Y entonces te vas. Y así hasta la muerte."

Soledad: ¿Y que pensas?
Santiago: Si te doy a elegir, entre romperle el corazón a alguien o romper tus sueños, ¿que elegís?
Soledad: Es imposible elegir
Santiago: Lo estás haciendo
Soledad: No, te estoy diciendo que es imposible elegir, no elijo ninguna de las 2
Santiago: Estás eligiendo algo que es mucho peor, que es no hacer nada. No rompes un corazón, ni rompes tus sueños y te quedas quieta donde estás mirando como se rompe el corazón y tus sueños. Sos una pobre espectadora de tu vida.
Soledad: ¿Vos que elegis?
Santiago: Yo salvo mi corazón cumpliendo mis sueños
Soledad: Pero pensé que tenía que elegir solo una de las 2
Santiago: Tendrías que haber visto que había otra opción y que el corazón era el tuyo

Ella tiene una mirada tierna, y sonríe como si fuera la ultima vez. Ella se esconde en su risa, y oculta su bien mas preciado con distancia y frialdad. Pero adentro late, late tan fuerte que el latido son como sus pasos, y él los escucha, y va donde le digan para sentirlos en su pecho porque sus golpes lo hacen vibrar, le recuerdan que está vivo, le recuerdan que ahí adentro también tiene algo que ocultar, que no muestra y que controla para que no pueda salir. Ella lo calma en sus brazos y domina la bestia que hay en él. Ella se aleja de tanto en tanto... por miedo, por precaución o simplemente porque no quiere mas...

Ella quería sentir el amor verdadero, quería la flecha atravesando su corazón. Pero no se daba cuenta que cuando uno busca el porque de todo, en el fondo lo evita... porque ese amor no es lógico, porque ese amor vence al miedo, ese amor lo vence todo... incluso a su propia voluntad...

"El amor corrompe, vigila, nace, vive y muere. Pero no se esconde, el amor te mata mirandote a los ojos, no es cobarde. El amor no huye, no te evita, el amor te enfrenta, porque es valiente, porque sabe que estás dispuesto a morir por él... Sino no es amor, es narcisismo, abominable, repudiable... El amor te puede hacer odiar, pero nunca ser indiferente..."

Él sintió una atracción ciega, de las irracionales, de las enfermas... de las fugaces, de las que no duran nada... de las que el mundo se escapa, de las que suceden pocas veces. De las que racionalmente no pueden ser... o de las que simplemente no son, porque no puede existir tanto amor. Pero se fue dando cuenta de que no era así, porque racionalmente empezó a poder ser, porque en el fondo sintió que vió su alma, un momento... pero después se fue...

"El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados..." Milan Kundera

Ella tenia una curiosidad rara, una forma de indagar que te iba llevando. Ella lograba entrar en él de una manera sutil, silenciosa... De alguna manera era como si pudiera burlar todas sus barreras, todas sus defensas. Y cuando quería darse cuenta, ella ya estaba ahí, dentro suyo, mirandolo todo, buceando entre su oscuridad, husmeando en su dolor, tan profundo que a él le daba miedo. Pero la dejaba...

Ella sabía que preguntar, ella entendía los silencios, entendía la mirada, por momentos lo entendía todo. Parecían uno, parecían la misma persona.

"Felices los normales, esos seres extraños" Roberto Fernández

"Es difícil aceptar tu mirada del mundo, sobretodo cuando no tenes con quien compartirla. Uno se queda mirando en soledad y no sabe que está bien o que está mal. Es difícil decir la verdad, sobretodo cuando esa verdad puede ser tomada como agresión, cuando esa verdad puede ser insoportable para alguien, ¿entonces que hacer?
Mentir, callar, eso nos enseñan, sino pasas por loco, por bestia, por bárbaro. Y en el medio de eso, aceptas mentir, aceptas callar, pero eso no cambia lo que sos, y te aislas para mentir menos y te aislas para callar menos, entonces, buscando que no te encierren por tus verdades, te terminas encerrando vos mismo, y vas por la vida libre, pero encerrado, tu cuerpo está libre pero vos no, tu verdad está en tus silencios, y tu mentira en todo lo que decís..."

Ella lo iba acorralando, lentamente, casi imperceptiblemente. Él, de a poco, iba viendo como ella se acercaba. Y al principio intentaba escapar, aunque sin éxito. Ella siempre conseguía saber lo que quería de él. Curiosamente, él se encontraba siendo victima de su propio juego. Es como si un encantador de serpientes terminara siendo encantado por una de ellas...

A él le explotaba el corazón al verla, fue como si esa angustia de años de repente tomara otra forma... fue una bendición, ella alumbraba algo de su oscuridad...

"Podría morir ahora, Clem. Estoy tan... feliz. Yo nunca sentí eso antes. Estoy exactamente... donde quiero estar." Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos

"El amor nunca se olvida. Uno lo lleva consigo todo el tiempo. Lo revive. Lo resignifica. Y lo quiere tener otra vez. Es para lo único que vivimos. Es lo único que le da sentido a la vida. Es lo único capaz de aferrarte. Sin eso, todo da igual."

"Benditos los que olvidan, aunque tropiecen con la misma piedra" Friedrich Nietzsche

Soledad: Eso es sabotaje
Santiago: ¿Sabotaje? ¿Que decís?
Soledad: Digo que estás echando por la borda toda tu racionalidad en manos de un estúpido sentimiento...

"Nunca voy a poder escapar de lo que siento. Haga lo que haga, diga lo que diga, eso siempre está ahí. Podría morir y aún seguiría... Entonces tengo que esconderlo, taparlo, resguardarme, y aunque esté ahí, latente, aunque siga latiendo, aunque siga palpitando, jamás lo voy a mostrar... Para eso se inventó el orgullo, y si es necesario transformar el amor en odio lo voy a hacer... Porque en el amor siempre se paga un precio, no es gratis..."

Santiago: ¿Sabes que creo? Que te pude ver, incluso hasta creo que vi en vos cosas que vos no veías... Pero me equivoqué, vi lo que necesitaba ver, lo otro no lo pude ver, no lo quise ver... Y ahora estoy dispuesto a matar al amor, al que hay en mi, porque en vos no había nada... solo un vacío que llenar, como en mi... pero yo puedo vivir con eso, y puedo hasta morir con eso, porque lo mio siempre fue la desesperanza, la desilusión, la falta de sentido constante...
Soledad: Las historias de amor son aburridas. Las historias de amor no se cuentan, no se imaginan, se viven.

"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas" Mario Benedetti

"No quiero vivir mi vida imaginando como hubiera sido, ni preguntandome porque no fue... Quiero vivir mi vida con la tranquilidad de que dentro mio, en mi dolor, hay algo bueno, hay algo que me hace sentir bien... y que cuando se activa, puedo ser feliz... el tiempo que sea, una hora, un día, un mes, un año o toda mi vida... Siempre van a estar las marcas, son como heridas de guerra, y las muestro con orgullo. Porque pude, amé, y puedo seguir amando..."

Nunca pudieron enfrentar sus miedos, nunca se animaron a perder, nunca perdieron la razón, es lógico... O quizás, quien sabe, fue todo una ilusión, o un sueño... o nunca existió... 

"La realidad nos ha olvidado y lo malo es que uno no se muere de eso." Alejandra Pizarnik

"Por mas que huya, ella sigue conmigo, me acompaña, la veo que cada cosa que hago, la escucho, siento su mirada sobre mi,  y eso me calma... Es como si de repente todos los demonios de mi cabeza hicieran silencio para escucharme el corazón."

Santiago: ¿Sabes que es la esteganografía?
Soledad: No
Santiago: Es cuando dejas un mensaje oculto en algo que aparentemente no lo tiene
Soledad: ¿Y como se entera el otro del mensaje?

"No quiero necesitarte... porque no puedo tenerte." Los puentes de Madison

Ella lo abrazó y él comenzó a derretirse. "Que pasa?" dijo ella "es solo un abrazo". 
Con sus pies y su torso derretidos, él comenzó a arrastrarse hacia la caja, se había equivocado, nunca tendría que haber salido de ahí. 

Al él le pusieron el cartel de oferta, a ella le aumentaron el precio. El calor no la afectaba, era de excelente calidad, pero muy caro para el bolsillo de un hombre común.

Estoy y no estoy, te miro y te esquivo, te amo, de a ratos... te odio, de a poco, te siento, te vivo, te sueño, y me alejo... Vuelvo, te extraño, te abrazo y me odio, te beso y te siento... Estoy seguro... de mis dudas, siento el amor, adentro... ahí, oscuro, frío, fúnebre... muerto... Y me ilumino, y mi luz te alumbra, y sos hermosa, y sos horrible... y ya no te encuentro, y ya no te busco... y me siento bien... mal, y lloro por dentro, y sonrío por fuera... Y pasa el tiempo... y eso no se va... Y me lo arranco, y lo tiro... y lo vuelvo a buscar... y lo odio, y lo necesito, y lo amo... y lo vuelvo a odiar... Y no podría vivir sin amor, y no necesito del amor para vivir... Y todo resulta confuso... entonces me pierdo, en mi, en vos... y quiero saber como soy, a través tuyo, y quiero que veas como sos, a través mio... y quiero recorrer el camino, pero es muy largo... y estoy cansado, y no tengo fuerzas... pero te miro... estás ahí... y avanzo, pero te alejas, y avanzo mas... pero ya no estás, y por momentos no se ni quien sos, y no se quien soy... Despierto, te sueño, te quiero conmigo, bien apretada a mi pecho, te siento... pero no estás... Te pido que vuelvas, pero no te quiero ver... Te miro, y quiero que me mires, pero no te puedo ver... Y te veo, completa, entera, tímida, furiosa... te veo fría, frívola, superficial... te veo profunda, tierna... maravillosa... Y estoy cansado, y no tengo fuerzas... pero te miro, y seguís ahí... y me voy... pero miro atrás y no me quiero ir, me quiero quedar, recorrer el camino... quiero intentar, pero me alejo... y vuelvo... Y ya no hay nada en mi, lo di todo, estoy vacío... estoy con desgano, estoy arrastrado... y me intento levantar, para estar a tu altura, para quedar cara a cara, para darte un beso... pero miro el piso... Y a veces quisiera que fuese distinto... pero no puedo, y se que te amo, y me odio por eso... Y desconecto, y ya no siento... y me vuelvo frío y distante, me vuelvo irónico... y sonrío... y me odias... y me arrepiento... pero ya no hay nada para dar... y empiezo a destruir... para volver a construir...

"¿Será que la eterna melancolía alimenta nuestros deseos de conseguir aquello que jamás hemos tenido?" Lord Soth

Fin

*Gracias David Foster por tu Love Theme, ha sido inspirador...

sábado, 28 de junio de 2014

Miro a tus ojos y ya se lo que piensas

Quizás no pueda cargar tu alma en mi alma 
Ni tu vida en mi vida llevar
Quizás el dulce cielo de tus ojos
termine siendo una foto, que guarde en mi memoria
Tu vida en mi vida, tu corazón en mi corazón
Escuchándolo, en un abrazo que cae como martillo
En mi realidad
Y tu realidad y mi realidad marchan por caminos separados
Y tu vida y mi vida se miran, cómplices
Y quizás no lleve tu alma en mi alma ni tu vida en mi vida
Y quizás tu realidad y mi realidad marchen por caminos separados
Pero si tu emoción y mi emoción en algún punto se cruzan
Y tu dulce mirada se encuentra con mi dulce mirada 
Al menos por ese instante, vamos a estar juntos
Pero tu ira y mi ira se chocan
Y explotan
Y no puedo llevar tu ira en mi ira porque exploto
Entonces volamos...
Y si vos volas y yo vuelo
quizás te encuentre en el cielo
Pero no te reconozco, ni me reconozco
Y si no te reconozco ni me reconozco 
es probable que vos tampoco lo hagas
Entonces somos 2 extraños volando
Mirándonos con indiferencia
Sin paciencia
Irreconocibles
Hirientes
Que ni siquiera sienten...
Y sin sentidos, ya es imposible cargar tu alma en mi alma
Ni tu vida en mi vida
Porque la falta de sentidos nos vuelve ciegos...
Y solo vemos el fuego de la furia, que sale de nuestros ojos
Y lo quema todo...
Pero somos fuego sin pasión
Un fuego violento que solo quema y destruye
Y si destruye lastima, y si lastima duele
Y yo no puedo parchar tu alma ni vos la mía
Porque mi herida está donde arrancaste tu alma 
Y la única forma de taparla es volverla donde estaba
¿Y como volverá donde estaba si ya se perdió el camino?
Lo que era paisaje, es ruina y cenizas...
Lo que era bello, es horrible...
Estamos enfermos...
En terapia intensiva...
Pero respiramos...
Aún respiramos...
Y quiero sentir tu aliento en mi aliento
Quiero llenarme de vos
Y que vos te llenes de mi
Pero respiramos suave
Sin energía
Sin fuerzas
Con agonía
Pero seguimos con vida
Y mientras el corazón siga latiendo
el amor no puede morir...